– La iniciativa fue un primer paso para continuar con el trabajo conjunto de cara a un plan piloto que la Sociedad Forestal Nacional A.G. y la Asociación de Municipalidades del Valle del Itata, buscan implementar en la provincia.
– “Este conocimiento y su adecuada gestión preventiva, puede marcar enormes diferencias, evitando que vuelvan a producirse hechos como el de Santa Olga, por ejemplo”, indicó uno de los expertos.
Con el objetivo de abordar en conjunto la amenaza de los incendios forestales que cada temporada causa invaluables daños ambientales, sociales y económicos en todo el país, la Sociedad Nacional Forestal A.G. (SNF) y la Asociación de Municipios del Valle del Itata organizaron un Taller de Protección contra Incendios Forestales, en el que participaron más de 30 encargados y miembros de los diferentes equipos de emergencia y seguridad pública de la provincia y de otros sectores de las regiones de Ñuble y el Biobío.
En la instancia, los participantes expusieron sus principales preocupaciones y pudieron escuchar al jefe de la carrera de Ingeniería en Conservación de Recursos, de la Universidad de Concepción, el Dr. Eduardo Peña, quien además es especialista en Ecología del Fuego; al Jefe de Sección de Prevención de Incendios Forestales, de Conaf Ñuble, Cristián Urrutia y al Encargado del Área Prioritaria de Acción de Incendios Forestales de la SNF, Héctor Espinoza.
Espinoza, ingeniero forestal con diferentes capacitaciones de esta materia en los Estados Unidos, destacó el valor de la actividad y la participación alcanzada. “Cuando hablamos de prevención de incendios forestales, es de suma importancia que cada comuna conozca sus propios factores de riesgo, la situación de los combustibles forestales, los vientos predominantes y la topografía asociada (pendiente). Este conocimiento y su adecuada gestión preventiva, puede marcar enormes diferencias, evitando que vuelvan a producirse hechos como el de Santa Olga, por ejemplo”, señaló.
“Este taller es el inicio de un trabajo público-privado que continuaremos desarrollando junto a los Municipios como SNF. El Valle del Itata constituye un piloto que contempla ahora reuniones presenciales, visitas a terrenos y la planificación de acciones conjuntas con los equipos de emergencias de cada comuna. Así que agradezco la excelente concurrencia de hoy, y a todos los otros municipios de Ñuble y Biobío que quisieron sumarse”, agregó el experto.
Eduardo Mera, jefe del departamento de fiscalización y director subrogante de la Conaf, detalló que “durante este conversatorio con la Sociedad Nacional Forestal nos hemos centrado en esta temática que nos permite traspasar información útil en materia de prevención y mitigación de incendios, y sensibilizar a la comunidad e instituciones respectos las buenas prácticas para evitar este flagelo. Sabemos que esto cobra vital importancia una vez que se anunciara un verano con alta probabilidad de incendios forestales debido al incremento de temperaturas y la baja disponibilidad de agua que se prevé”.
Con posterioridad a las presentaciones, los participantes expusieron sus diferentes preocupaciones locales, enmarcadas en el actual contexto de cambio climático, en el rol de las comunidades en la prevención de incendios forestales y en el valor de la silvicultura preventiva en el ámbito local.
El alcalde de Coelemu y presidente de la Asociación de Municipios del Valle del Itata, Alejandro Pedreros, indicó que “nosotros ya habíamos realizado un taller similar con algunas empresas forestales de mayor tamaño con asiento en la provincia y queríamos hacer este símil con empresas más pequeñas, pero que ocupan una gran parte del área forestal en su conjunto. Este tema es tremendamente relevante y hay que asumirlo como parte del progreso y del desarrollo de cualquier municipio con poblaciones cercanas a bosques, porque no sólo debemos cuidar la naturaleza, sino que también la vida de nuestra población. A seguir trabajando mancomunadamente con la SNF ahora en reuniones de carácter más técnico”.
Cabe recordar, que en nuestro país la superficie afectada en cada período de incendios forestales promedia las 52.000 hectáreas quemadas, pero con valores extremos que han ido desde 10.000 y 101.000 hectáreas. El origen de los incendios recae en la acción humana y allí radica la importancia de la información y de contar con equipos altamente capacitados en la prevención de estos siniestros.